Voy a tirar varias cosas al azar…Recién terminamos de almorzar un terrible lechón al horno de barro que cocinó mi papá, acompañado de ensaladas varias, y huevos de chocolate para terminar. Ayer al mediodía quien se encargó de proveerme unas cuantas miles de calorías más fue mi mamá, con una espectacular bagna cauda con mucho ajo y anchoa. Se ve que toda mi familia tiene problemas de visión: aparentemente ven una realidad deformada en la cual yo sufro de una terrible desnutrición, porque cada viaje implica que me rellenen como a un pavo. La verdad, creo es la muy argentina costumbre de agasajar mediante el alimento (en cantidades industriales).
Ayer salí con unas amigas… hacía tanto no salía de noche en Córdoba! Fue un chasco bastante importante. Siendo una ciudad netamente estudiantil, con el finde largo no quedó ni el loro. Dimos unas vueltas por ahí, hasta terminar tomando cerveza y jugando al pool en el bar que, hace muchos siglos, era el sucucho al que iba a hacer exactamente lo mismo! Comentario aparte, hacía mucho que no jugaba al pool, y es algo que me encanta.
Ahora tengo que ir a terminar de armar la valij y acomodar todas las cosas. Estoy sentada en el patio, escuchando cantar los pájaros con el perro tirado al lado mío. Es un día fantástico. Mi papá que empieza a impacientarse para que todo esté listo; habiendo él sido siempre de hacer las cosas a último momento, ahora de grande le agarró el ataque de precaución, y quiere tener todo resuelto tres horas antes de lo necesario.
Respiro hondo, dejo que el oxígeno llene mis pulmones. Hoy no quiero correr, hoy no quiero tener calendario ni horarios. Hoy estoy en silencio, y dejo que los interrogantes que siempre acuden a mi mente pasen flotando, que no se queden dando vueltas en mi cabeza. Hoy estoy llena de incertidumbres y preguntas, pero estoy intentando dejar que la vida me sorprenda. Caminante no hay camino, se hace camino al andar… vamos viendo cómo se perfila el sendero.
Sole