Hoy es un día triste para Argentina. Es un día triste para las instituciones, para el pueblo, para la Justicia. El fiscal Alberto Nisman fue encontrado muerto ayer en su departamento, justo un día antes de declarar ante el Congreso Nacional respecto de la denuncia hecha contra varios funcionarios públicos (entre ellos nuestra Presidente) por encubrimiento respecto de los responsables del atentado a la AMIA en 1994.
Más allá de lo que cada uno personalmente piense (si fue, como algunos sostienen, un suicidio o si realmente fue otra cosa), es triste notar cómo se ha fracturado nuestra sociedad. Cómo todo se ha reducido a un “conmigo o en mi contra”, a posiciones totalitarias, y muchas veces extremistas. Creo que ése es uno de los mayores deterioros que he observado en los últimos años. La gente ya no intercambia ideas con el fin de llegar a la mejor solución; todo se reduce a una feroz batalla para imponer sobre el otro lo que cada uno piensa.
Más allá de si sos oficialista u opositor (o cualquier verdura en el medio), sin importar el color de tu remera, todos deberíamos bregar por el esclarecimiento de hechos oscuros, de casos de corrupción, de cualquier favoritismo en la inclinación de la balanza de la Justicia. En esta época y en cualquier otra. Porque los gobernantes pasan, pero las obras, los silenciados, los desaparecidos quedan. Quedan el sistema educativo y la democracia dañados. Quedan las instituciones lastimadas. Y a la larga, hay hechos que nos afectan a todos, porque en definitiva acá no hay “lados”, no hay bandos. Sólo está el pueblo, que lamentablemente hoy está enfrentado en su seno.
Cada vez que sucede algo así, no puedo más que recordar estas palabras:
“Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar”
Martin Niemöller
Justicia y seguridad para todos, sin importar a qué partido político pertenezcas. Porque hay que tener en cuenta que si no hay Justicia y seguridad para “el que está del otro lado” tampoco la va a haber para uno, porque en definitiva, estamos todos en la misma balsa.
Sol